Viajar en avión, especialmente largas distancias, puede ser una experiencia agotadora; el jet lag y el incómodo ambiente de la cabina dificultan a menudo un sueño reparador.

 

Durante un vuelo reciente de Múnich a Bangkok, un pasajero utilizó Lifebion para controlar y mejorar su sueño.

 

 

 

  

Los datos recogidos revelaron un resultado sorprendente: el pasajero se durmió en sólo 8 minutos y disfrutó de un descanso profundo e ininterrumpido (visible en los 11 picos de color morado oscuro de la imagen inferior izquierda) durante casi cinco horas consecutivas. Se trata de un resultado extraordinario, sobre todo teniendo en cuenta la duración del vuelo y las dificultades típicas que conlleva dormir en un avión.

     

El mismo pasajero reanudó el mismo vuelo unas semanas más tarde, no utilizó LifeBion durante el sueño y realizó la medición con el mismo instrumento utilizado la vez anterior. Los resultados mostraron claramente que la calidad del sueño era significativamente menor que cuando utilizó LifeBion para descansar. Esta vez tardó 32 minutos en dormirse y disfrutó de un sueño menos profundo (visible en los 5 picos de color morado oscuro de la imagen inferior).

El testimonio de este pasajero no es un caso aislado. Numerosos otros viajeros han informado de mejoras significativas en la calidad de su descanso durante vuelos de larga distancia, lo que confirma la eficacia de Lifebion.

Con el éxito de la prueba en el vuelo Munich-Bangkok, Lifebion demuestra ser una solución indispensable para los viajeros frecuentes. Al ofrecer un sueño rejuvenecedor y reparador, el dispositivo está llamado a convertirse en un compañero de viaje esencial, que permitirá a los viajeros llegar a su destino descansados y rejuvenecidos.

Más información sobre Lifebion aquí.

 

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