Los aparatos JoyBion Propacare funcionan gracias a un principio innovador que van más lejos el concepto de filtro.

Nuestros filtros no son HEPA y no responden a la norma mencionada, pero simplemente porque nuestros aparatos son ionizadores y el filtro solo sirve para recoger los residuos de los patógenos ya desactivados. Expliquemos ahora las diferencias.

Los aparatos filtrantes con filtro HEPA o de calidad inferior filtran el aire tal cual y capturan en sus mallas única y exclusivamente las impurezas y los patógenos presentes en el aire que pasan a través del filtro.

Nuestros ionizadores hacen mucho más, emiten millones de iones por minuto que son "empujados" al aire del ambiente interior por el ventilador avanzado con el cual están equipados. En pocos segundos, estos iones alcanzan e invaden cada rincón y todas las superficies expuestas del ambiente, atacando virus, bacterias, COV, polen, etc., y neutralizándolos en poco tiempo. Posteriormente, los "restos" permanecen en el aire inactivos y son recogidos por el filtro de nuestros ionizadores. Este filtro tiene la función principal de evitar que las partículas de los contaminantes desactivados sean devueltas nuevamente al ambiente por el ventilador que, como se ha indicado anteriormente, tiene la función primordial de dirigir los iones hacia su "misión" purificadora.

La función de nuestros aparatos ionizadores no es "empaquetar" los patógenos en un filtro, sino destruirlos en el aire mismo, para luego recogerlos en el filtro o dejarlos caer, una vez desactivados. En los filtros HEPA y otros menos avanzados se acumulan virus y bacterias activos por lo que, cuando se vacíen, limpien o sustituyan, habrá un gran riesgo de tocar y respirar patógenos todavía activos, mientras que en los filtros de nuestros ionizadores JoyBion Propacare solo habrá restos de los patógenos, además desactivados.

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